Las autoras

La Dana Madiana es la versión infantil de la Rana Mariana, quien llegó al mundo al final del milenio, cuando yo buscaba un compañero de viaje que no alborotara mucho, que me dejara poner mi música preferida sin incomodarse y que entendiera todo lo que decía sin abrir la boca. Por entonces yo daba clases en Segovia y me agotaba hablar mientras conducía, así que Mariana se convirtió en el compañero genial, discreto y amistoso, que se callaba cuando venía otro acompañante y que escuchaba mis pensamientos cuando estábamos a solas.

La Dana Madiana

La confeccioné dándole la apariencia y el nombre que tiene, pero quien definió realmente su carácter fueron los niños que a cada tanto iban subiéndose a mi coche: sobrinos, hijos, amiguitos…Además de desnudarle, sacarle los ojos de las cuencas, tirar de sus brazos hasta dejarlos colgando y hacer juegos obscenos con ella, le asignaron un talante amigable, tranquilo y curioso. Le hicieron árbitro de sus discusiones, se entretuvieron con ella y le trajeron hijitos, amigos y extraños compañeros para hacerle más gratos los tiempos de espera.

Mil veces desearon llevársela con ellos y otras tantas desistieron y comprendieron que la Dana Madiana era un compañero de viaje y que no pertenecía a ninguno, sino a todos los pasajeros del coche.

Con Madiana pensaba yo muchísimas veces en lo que comeríamos al día siguiente, calculando el tiempo que me llevaría preparar ese plato, o comprar el ingrediente que faltaba, o aprovechar lo que ya tenía para darle un aire diferente. Con ella me divertí, compartí e imaginé tantas cosas que ahora forma parte de mi mundo culinario y con ella me retiro a guisar cuando menos me lo espero. Por eso hemos hecho este blog a medias.

ImagenYo soy Ana y empecé a cocinar en cuanto alcancé la altura necesaria para que no se me cayera encima la sartén que estaba al fuego. Mi madre, que era deliciosamente insensata, nos alentaba a prepararnos la cena a nuestro aire. Con tal de que estuviéramos ocupados, nos dejaba utilizar todos los ingredientes y cacharros, así que pronto descubrí la creatividad y el placer de cocinar. A los doce años ya tenía mi cuadernito de cocina, como el de mi madre y el de mi abuela. Lleno, eso sí, de recetas de repostería, pues los dulces han sido siempre mi perdición.

Me gusta cocinar y lo hago sin pensar, pero pienso cuando cocino. Como en la vida real trabajo en salud mental y eso exige mucha reflexión, mientras doy vueltas a un guiso dejo que las ideas se vayan asentando y puedo ver con más claridad que si estoy sentada ante una hoja en blanco. Y si la cosa está difícil, me consuela obtener un buen plato aunque no haya conseguido dar con lo que estaba buscando.

También me encanta comer cosas buenas y que mi gente esté bien alimentada, por lo que dedico cierto tiempo a buscar buenos productos y a renovar restos de otros platos. Cuando el tiempo y el dinero escasean se desarrolla una especial habilidad para preparar comidas buenas, fáciles y económicas.

Cuento con unos comensales exigentes que son capaces de identificar el amor entre los ingredientes de un plato y de comerse discretamente casi todos mis fracasos. Disfruto compartiendo lo que sale de mi cocina, en casa, llevándolo allá donde me invitan o describiendo el modo de hacerlo. Como ves, este blog cumple una buena parte de mis deseos.

8 respuestas a Las autoras

  1. Sara dijo:

    Qué gusto que exista la Dana Madiana y que ahora te hayas animado a sacarla un poco de tu coche para hacerse todo lo mundialmente famosa que el blog le permita! Enhorabuena a las dos y felicitaciones por dar la cara y publicar el tesoro de vuestras recetas! Sara

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  2. Ana Norzagaray dijo:

    Querida Ana me encanta tu blog, sos vos en todo tu esplendor. Felicitaciones!!! Ana

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  3. Pancloro dijo:

    Bonito blog, nos veremos para ver más recetas. En ello andamos con el fogón.
    http://terminandodempezar.wordpress.com/category/cocina/
    Un saludo

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  4. axbelart dijo:

    Dana Madiana y Ana, que delicioso equipazo! ❤

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