Hoy tenemos más legumbres, todo sea por salvar la dieta mediterránea. Estos humildes garbanzos tienen un nombre singular, pero es que los conocí así y es difícil cambiar la identidad de una receta, no vaya a ser que pierda el encanto.Los hacía mi suegra cuando no quería dedicarle mucho tiempo a la cocina y sabía que tendría el éxito asegurado. En invierno se toman calientes y en verano, a temperatura ambiente. Saben a hogar y te dejan el estómago contento, aunque no llevan ningún tipo de compañía animal . Si cuentas con buena materia prima, no se despellejarán durante la cocción y su digestión no te traerá problemas. Y si te sobran, al día siguiente estarán aún más ricos.
Siempre que puedas utiliza garbanzo nacional, la calidad es incomparable. A mí me gusta el pedrosillano para el cocido y el grande para estos garbanzos viudos, pues aguanta bien el día después. Además, puedes cocer más de la cuenta para hacer humus, esa crema árabe que lleva sésamo, o unos garbanzos fritos. Tú decides.
Ingredientes
- 500g de garbanzos grandes
- 3 patatas medianas (optativo)
- 2 dientes de ajo
- 1 ramito pequeño de perejil
- sal
- Aceite de oliva virgen extra para aderezar
Preparación
- La víspera por la noche poner los garbanzos a remojar. Si el agua de tu tierra es dura, añade una pizca de bicarbonato.
- Al día siguiente, retirar el agua de remojo y ponerlos a cocer en una olla junto con las patatas peladas y la sal. Verter agua que les cubra un dedo por encima; no necesitan más salvo que los cuezas en una olla normal, pues en ese caso se evapora más líquido y tendrás que estar atento a que no les falte agua.
- Cocer 12 mn en olla superrápida, 40 mn en olla a presión tradicional y una hora y media en la cazuela de toda la vida. Los tiempos varían en función de la calidad del garbanzo.
- Mientras tanto, poner un poco de sal en un mortero, añadir los ajos y aplastarlos. Añadir el perejil picado por encima y majar con la mano del mortero hasta que se haga una pasta.
- Añadir un buen chorro de aceite de oliva, (unos 75 cc aproximadamente) hasta que quede una emulsión verde:
- Una vez cocidos los garbanzos, retirar casi todo el líquido de cocción y reservarlo.
- Añadir el majado de ajo y perejil a la olla y remover. Si ha quedado demasiado seco, añadir más líquido de cocción. Si, por el contrario, los dejaste demasiado mojados, aplasta unos cuantos garbanzos en el mortero hasta hacer una pasta que añadirás a la olla para engordar un poco el caldo.
- ¡Y a comer!