Aquí tenemos una bomba elegantísima y sabrosa que dejará a más de uno boquiabierto. Este singular envoltorio de hojaldre se realiza sin esfuerzo y en poco tiempo. Su naturaleza rígida y consistente permite llevarlo de paseo en esas excursiones primaverales que ahora empiezan a caer en los días de descanso. También es lo suficientemente digno como para presidir una comida festiva y ocupará un lugar significativo en un buffet de amigos. Y por supuesto, te acompañará al trabajo sin perder nada de su atractivo.
El problema principal es que tiene más calorías por centímetro cuadrado de las permitidas por las santa ciencia médica, así que tendrás que combinarlo con un gazpacho o una ensalada verde para distraer a los futuros michelines.
Ingredientes
- 1 solomillo de cerdo limpio de grasa
- 200 g de queso en lonchas
- 150g de bacon en lonchas sin corteza
- 1 placa de hojaldre comprado o 300 g de hojaldre casero
- pimienta negra recién molida
- huevo batido para decorar
Preparación
- Calentar el horno a 210ºC.
- Estirar el hojaldre formando una lámina.
- Colocar el bacon en lonchas superpuestas.
- Añadir las lonchas de queso.
- Colocar el solomillo de cerdo y salpicar de pimienta. No hace falta sal porque el queso y el bacon ya incorporar salazón suficiente.
- Hacer un rollo encerrando en el interior el solomillo envuelto en queso y bacon.
- Sellar los laterales y hacer cortes en la superficie para que «respire» la masa.
- Pintar con huevo batido y salpicar un poco de sésamo, para adornar.
- Introducir en el horno hasta que dore. (En mi caso casi media hora)
- Servir cuando esté tibio o frío con salsas de frutas o agridulces.