Ya sé que le falta glamour a esta sopa y que es una falsa porrusalda porque no lleva bacalao, pero ¡está tan buena! Es de lo más casero que hay, supongo que por su humildad no la sirven en los restaurantes y por eso entra tan bien para «calentar el estomaguín», como dicen mis parientes del Bierzo.
Formaba parte del recetario de mi suegra, que a su vez lo aprendió de su madre. En su casa cogían los puerros del huerto, a menudo envueltos en nieve, y tiraban con fuerza para sacarlos enteros. Nosotros somos más afortunados y solo tenemos que pedirlos en la frutería, los pagamos y nos los llevamos a casa. Luego preparamos nuestra sopa en un momento y la disfrutamos entrañablemente.
Ingredientes
- 1 kg de puerros
- 1 kg de patatas
- 5 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- sal y pimienta recién molida
Preparación
- Calentar el aceite en una olla o cazuela y rehogar los puerros limpios y troceados.
- Añadir las patatas peladas, lavadas y troceadas. Rehogar unos minutos.
- Añadir la sal y la pimienta y cubrir de agua.
- Hervir a fuego lento hasta que la patata esté tierna y se desmenuce. Se puede hacer en olla a presión superrápida (5 mn) o tradicional (10mn).
- Es preferible consumirlo en el día. Bueno, generalmente no suele sobrar porque es tan ligero que siempre queda hueco para repetir.
Que fácil y que buena esta receta…
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Y vegeteriana, y hogareña y mmmmmmmm…
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