Imagino que este postre nació para aprovechar restos de bollos atrasados hasta convertirse en un suculento budín, a medias entre el flan y el bizcocho, en una bendita combinación que cambia de sabor según el bollo que lleva en su base. Fue mi prima Mª Eugenia quien me pasó la receta hace miles de años, que en su casa de Yecla se hacía un día sí y otro también, creo.
Esta vez lo hice con unos brioches que había conseguido en el horno de Babette, que a veces enloquezco cuando los veo y compro de más, por lo que el fondo del postre tenía un rastro de mantequilla que yo no había puesto por ningún sitio. Exquisito. Otras veces lo he hecho con bizcocho casero, con suizos y hasta con bollos industriales. Y no falla.
Ingredientes
- 5 cucharadas de azúcar y unas gotas de limón para caramelizar la flanera
- 3 huevos
- 500 cc de leche entera
- 4 cucharadas soperas de azúcar
- 150g de brioche, bizcocho o cualquier otro bollo, no importa que sea atrasado
- una pizca de canela molida
Preparación
- Derretir el azúcar para hacer el caramelo de la flanera.
- Añadir cuando esté bien tostado unas gotas de limón para que no quede totalmente duro.
- Disponer el bizcocho o bollo en el fondo de la flanera, encima del caramelo.
- Templar la leche con el azúcar. Batir los huevos en un bol y añadir la leche azucarada. Volcarlo todo en la flanera y salpicar con una pizca de canela por encima.
- Cerrar la flanera con su tapa o con papel metalizado y un plato encima. Ponerlo en la olla a presión y añadir agua que le cubra apenas tres centímetros.
- Cocer durante 7 minutos en olla superrápida, 20 minutos en olla a presión tradicional y durante una hora en una cazuela al baño maría.
- Dejar enfriar y desmoldar.