Keftades

Estos bocaditos de carne picada son un recuerdo de los días en que Lili estuvo cocinando para todos en Elati, en las montañas del norte de Grecia, que también hay montañas allí, no creas. Detenerse en Elati es conjurar la hospitalidad griega: primos, tíos, vecinos y amigos rivalizan en bromas y despliegan todas sus habilidades para hacerte aún más feliz la estancia. Lili no se queda atrás.

Algunos aseguran que lo único que se puede hacer en Elati es comer, beber y hacer la excursión anual al río…¡con un montón de comida para asar en la parrilla! Las keftades no pueden faltar para la excursión y Lili me enseñó a hacerlas, indicándome en inglés y en el universal idioma de los gestos todos los pasos, mientras  su hija iba traduciendo con enorme paciencia. Cada vez que las tomo vienen con ellas hermosos recuerdos griegos, de montañas y de buena gente, de especias y de vida.

Son deliciosas, nada tienen que ver con los filetes rusos de nuestra tierra, se conservan de maravilla y se pueden congelar sin que pierdan lo mejor de su sabor. Puedes acompañarlas con tzatziki, pero generalmente caen todas a solas como bomboncitos. ¡Y a los niños les encantan!

Ingredientes

  • 1 kg de ternera picada
  • 2 cebollas medianas
  • 1 manojo de perejil fresco
  • 1 huevo
  • 3 cucharadas de aceite de oliva virgen, para la masa y  500cc más para freír las keftades
  • 1 cucharadita de jugo de limón
  • 250g aproximadamente de pan duro, más o menos, casi una barra de pan blanco corriente
  • orégano, sal y pimienta

Preparación

  1. Poner el pan en un bol grande con agua hasta que se empape bien la miga. Escurrirlo apretando bien para que salga el agua residual.
  2. En un cuenco grande, poner la carne picada, la sal, pimienta y orégano y remover bien.
  3. Añadir el huevo, las cucharadas de aceite de oliva y el jugo de limón, seguir mezclando.
  4. Picar la cebolla y el perejil muy menudos y añadirlos al cuenco.
  5. Finalmente, añadir la miga del pan bien escurrido  y mezclar, ahora sí, con las manos durante tres minutos. Según Lili, este amasado es esencial para que las keftades queden finas al paladar.
  6. Refrigerar la mezcla durante 2 ó 3 horas.
  7. Sacar de la nevera y hacer bolitas de masa del tamaño de una nuez que luego aplastaremos ligeramente.
  8. Calentar el aceite de oliva en una sartén a fuego medio. Ir friendo en él las keftades hasta que se doren.
  9. Dejarlas reposar sobre un papel de cocina para que no guarden aceite.
  10. Servir frías o calientes, o templadas, hasta encontrar tus preferidas.

 

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2 respuestas a Keftades

  1. SARA dijo:

    Qué buena pinta tiene esto Ana!!! Una buenísima alternativa para los niños y para los adolescentes que siguen prefiriendo bocados de la infancia! Lo probaré seguro

    Le gusta a 1 persona

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