Suave, entrañable y nutritivo. Un clásico que no pierde gracia con el paso del tiempo. Esta versión facilona es portátil: puedes llevarlo en su flanera hasta el destino y una vez allí darle la vuelta sin más complicaciones. Se puede preparar con antelación y no desmerecerá al día siguiente. No tiene otra exigencia que su conservación en frío.
Como todas las recetas básicas, puedes hacer variaciones en función de tu ingenio: añádele café, chocolate, salsas de fresas por encima, pasas, vainilla, licor…Por sí solo es un postre excepcional pero puedes componer una exquisita variedad si lo acompañas de helado, fruta, barquillos o nata montada. Su textura es fina y sólida, no tiembla nada. A mí siempre me sale un poco rugoso al tacto pero a Cosé, que lo hace con la mismísima fórmula pero a lo grande (véase la foto superior) le sale liso y aterciopelado.
Se cuece al baño maría, pero puedes probar los dos métodos a ver cuál te gusta más: en la olla a presión, en una cazuela grande o en el horno. También puedes hacer un flan familiar para catorce personas o flanes individuales (salen unos 10).
Ingredientes
Para 10 flanes pequeños:
- Una lata (375 g) de leche condensada
- 5 huevos
- Agua: 270 cc (la misma lata de leche una vez vacía se rellena de agua)
- 170 g de azúcar para el caramelo líquido (puedes usar el que venden hecho)
Para un flan familiar:
- Una lata grande de leche condensada
- 8 huevos
- 200 g azúcar
- Agua: el relleno de la lata
Preparación
- Si vas a utilizar el horno, enciéndelo para que alcance 150 ºC
- Mezcla en un bol los huevos con la leche condensada. Cuando esté bien homogénea la mezcla, añade la lata de leche llena de agua y remueve hasta ligar la crema.
- Poner el azúcar en una sartén o cazo al fuego y derretir dándole vueltas con una cuchara de madera. Añadir unas gotas de zumo de limón para que no se quede demasiado duro al enfriar.
- Caramelizar la flanera o los moldes pequeños y verter la crema de huevos hasta llenarlos.
- Tapar la flanera y colocarla en la cazuela o en la olla a presión con dos centímetros de agua en el fondo. Tapar y cocer a presión baja si es olla superrápida (una raya, 7 minutos) o 20 mn en olla a presión normal y unos 25-30 mn en la cazuela, con el fuego lento cuando comience a hervir el agua.
- Dejar enfriar lentamente, abrir la olla y extraer el flan para que se enfríe dentro de su flanera.
- Si vas a hacerlo en el horno, coloca los moldes pequeños en la bandeja y añade agua hirviendo hasta que los cubra dos centímetros. Introduce en el horno a 150 ºC durante 30 minutos.
Prueba si están hechos pinchándolos con una brocheta, que ha de salir limpia. Si no es así, déjalos tres o cuatro minutos más.
- Sacarlos del horno y dejar enfriar en sus moldes.
- Conservar en frigorífico hasta su utilización, desmoldándolos simplemente invirtiendo el molde.
Facilona y exquisita, seguro! Un truquito: mamá ponía papel de cocina en la bandeja del horno, debajo de las flaneras, antes de echar el agua. Decía que eso hace que los flanes queden aún más suaves porque el agua «hierve suavecito»!
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Ahhh, ¡igual ése es el truco para que no salgan con tantos «ojos»! ¡Muchas gracias, Mónica! Lo probaré.
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Exacto. Así salen aún más suaves… Me parece increíble descubrirte yo a ti algo de cocina, jajaja
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Tengo muchísimo que aprender de ti,Moni. ¡Y no solo de cocina! Un montón de besos
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