Madiana me persigue. No es paranoia: anda todo el día detrás de mi oreja recordándome que me ponga en marcha, que saque otra receta, que me debo a mi  público y mi público va a irse con otra folclórica cocinera si no me espabilo…Y cosas así.

Menos mal que tengo buenos amigos que generosamente comparten sus descubrimientos culinarios conmigo, que no tienen vergüenza  de aparecer en la red, bueno, ellos no, sus creaciones. Y aquí os traigo el regalo de Nati y Carlos: un flan que va a dar la vuelta a todos los flanes que hayas probado antes. Lo trajo Nati para compartir en una de esas reuniones sabias que son todo menos científicas, a juzgar por la cantidad de glucosa que las acompañan. Con la disculpa de alimentar al cerebro, repartió esta deliciosa bomba al final de una comida y nos desveló el secreto de su confección: era una obra de su Carlos. Y allí me veis pidiéndole a Carlos la receta y él me la desveló sencillamente por teléfono, asegurándome que su hermana era  quien la había descubierto y que era bien fácil de hacer.

En la siguiente reunión familiar seduje  a todo el personal con esta gloria bendita metida en un túper, porque se puede hacer en cualquier recipiente y así lo llevé de fiesta. Después lo he rebajado sustituyendo la mitad de la nata por leche, que conforma un postre más llevadero y con alguna caloría de menos. Pero no dejes de probarlo con toda su nata, aunque sea en pequeñas porciones. Te deja  el cerebro listo para pensar dos días seguidos.

Ingredientes

• 1 paquete de preparado para flan grande (tipo Royal o Mandarín), tamaño 8 raciones
• 300 cc de café recién hecho, más bien fuerte
• Caramelo líquido (puedes hacerlo como en la receta de Flan de huevo o utilizar uno comprado, si el molde no soporta el calor)
• 1 litro de nata líquida (o mitad nata y mitad leche)
• Unas 3 a 6 cucharadas  soperas de azúcar (según lo fuerte que sea el café, tendrás que probarlo)

Preparación

1. Bañar un molde grande o varios pequeños (entre 8 y 10, según tamaño) con el caramelo líquido.
2. En un cazo amplio, poner a hervir la nata, el café, el azúcar y el contenido del preparado para flan.
3. Batir con batidora de mano o con unas varillas, diluyendo los posibles grumos.
4. Llevar casi a punto de hervir, vigilando que no se derrame la mezcla porque crece mucho con el calor. Mantenerlo en ese punto de calor dos minutos, sin que llegue a hervir del todo.
5. Verter sobre el molde caramelizado y dejar enfriar en la nevera tres o cuatro horas.
6. Compartir, que este flan da para muchos: