No puedo evitar traer un plato romántico en estas fechas, es que nunca consigo escapar de las convocatorias comerciales y sociales de San Valentín, por más que lo intento. Así que aquí te traigo una económica y exquisita pasta que surgió, como suele ser frecuente, del inventario de nevera que ocurre al anochecer de un día cualquiera sin nada previsto para cenar.
Poco a poco ha ido mejorando la receta y a medida que los niños de la casa fueron creciendo aumentó la porción de pimienta negra y paprika, convirtiéndose en un plato sofisticado y solo para adultos. Si quieres darle un toque especialmente brillante, atrévete a rallar un poco de corteza de limón por encima antes de servirlo.
Si no tienes con quién compartirlo amorosamente, prepárate un festín cambiando las gambas por gambones o langostinos de verdad. Porque tendrás que cuidarte, digo yo.
Ingredientes
- 500g de espaguetis negros (spaguetti ai nero di seppia)
- 500g de gambas, langostinos o gambones, crudos y congelados (o frescos si te lo has merecido por ser un alma solitaria en un día como éste)
- 300g de champiñones (una bandejita de las que venden en el supermercado)
- 300g de setas de cardo, o cualquier otra seta que te guste
- 2 dientes de ajo
- aceite de oliva virgen, sal, pimienta negra recién molida y paprika o cayena
- corteza de limón rallada (opcional)
Preparación
- Poner las gambas en agua muy caliente (no es un procedimiento muy ortodoxo, pero funciona bien) un par de minutos, hasta que puedas pelarlas sin problema.
- Poner las cabezas y pieles del marisco en un cazo con un poco de agua y poner a cocer, reservando las colas.
- En una sartén, saltear los champiñones limpios y cortados en trozos grandes.
- A los cuatro o cinco minutos, añadir las setas despedazadas con las manos.
- Saltear hasta que se reduzca el jugo que sueltan. Salpimentar y retirar del fuego.
- Calentar agua abundante con sal para cocer la pasta y añadir el caldo de las cabezas de las gambas pasado por un colador. Esto le da un sabor especial a la pasta negra.
- Cocer la pasta hasta que esté al dente.
- Mientras tanto, en una cazuela grande, calentar aceite de oliva que cubra bien el fondo y añadir los ajos pelados y picados.
- Cuando empiecen a dorarse, añadir las colas de las gambas y saltear.
- Añadir las setas reservadas y sazonar bravamente con sal, pimienta negra y paprika.
- Escurrir la pasta y mezclarla con las setas y gambas.
- Servir en platos previamente calentados y rallar un pizca de corteza de limón por encima.
- Tendrás cantidades para cuatro personas tragonas, pero lo suyo es dejarlo en romántica intimidad. ¡Feliz San Valentín!