Creo que a casi todo el mundo le gustan los limones, el sabor, el olor, el jugo y el perfume que dejan las hojas del limonero al tocarlas. Creo también que mucha gente rechaza el falso olor y el falso sabor de limón que llevan tantos alimentos industriales, sobre todo los bizcochos.
Si tu eres de esos que te acongojas cuando un pastel sabe a ambientador de cine de barrio del siglo pasado, esta receta es para ti. Toda entera te la dedico.
A mí me la regaló Lily, la madre de Elena, al invitarme a probar un bizcocho que había hecho. Lily cocina como los ángeles, al más puro estilo griego, y no dudé un segundo en aceptar su ofrecimiento. El inocente pastel explotaba de sabor en la boca, como si fuera un sorbete de limón en versión bizcocho: ácido, amargo, dulce y con el rastro lácteo de la mantequilla…No te cuento más: hubo un nuevo bizcocho de limón con traducción simultánea y apuntes del paso a paso. Para ti.
Ingredientes
- 4 huevos
- 225g mantequilla a temperatura ambiente
- 225g azúcar glass o impalpable
- 230g harina (trigo, todo uso)
- 2 cucharaditas rasas (7g) de polvo de hornear
- Jugo de dos limones
- Ralladura de dos limones
Preparación
- Calentar el horno a 200ºC.
- Rallar los limones y reservar la ralladura. Exprimir los limones y colar el jugo.
- Tamizar la harina con el polvo de hornear y reservar.
- Batir la mantequilla troceada en un cuenco grande. Mejor con varillas eléctricas o con procesador de alimentos, hasta que quede una crema.
- Añadir el azúcar y la ralladura de limón. (Si tienes procesador de alimentos potente, puedes moler azúcar normal con la piel del limón para obtener azúcar glass perfumado).
Añadir azúcar y ralladura de limón
- Batir a alta velocidad hasta que queda una crema homogénea.
- Bajar la velocidad y añadir un huevo y una cucharada colmada de la harina tamizada. Batir hasta que se incorpore bien la mezcla y seguir añadiendo así los huevos restantes.
- Incorporar seguidamente el zumo de limón y alternar con cucharadas de harina hasta acabar con todo el zumo y la harina.
- Engrasar un molde con mantequilla y espolvorear ligeramente con harina. Llenar con la masa preparada e introducir en el horno durante unos 35-45 minutos, según las características de tu horno y del molde empleado.
- Sacarlo del horno, dejarlo enfriar unos minutos dentro del molde.
- Desmoldar y dejar enfriar sobre rejilla completamente.