Esta salsa de yogur, o sopa de yogur, según algunos, es otro de los aperitivos (mezze) que no suele faltar en una mesa griega. Acompaña las verduras, las patatas fritas, las aceitunas, el pescado frito, los gyros de pollo y cordero que sirven envueltos en pan de pita…o simplemente se presenta en solitario junto a unos trozos de pan tierno.
El aroma dulzón de las hierbas (hierbabuena, perejil, eneldo o el hinojo que ellos denominan anizou) dulcifica la acidez del yogur y el picante del ajo, creando una crema jugosa, con cuerpo y muy refrescante. Conjuga bien con los asados a la brasa y con los ardorosos platos especiados, potenciando sus sabores y suavizando su fiereza.
Sirve tanto para un roto como para un descosido.
Ingredientes
- 150 g de yogur griego. Si puedes, busca el yogur griego auténtico o haz el tuyo propio dejando escurrir en una gasa tres o cuatro yogures naturales caseros en la nevera durante una noche.
- 2 pepinos medianos o 1 grande
- 60-80 g de aceite de oliva virgen extra
- unas ramitas de hierbabuena y perejil, o hinojo o eneldo frescos
- sal y un poco de pimienta
Preparación
- Pela el pepino, rállalo y déjalo escurrir espolvoreando un poco de sal por encima.
- Tritura el ajo en un mortero con un poco de sal y luego añade las hierbas picadas.
- Retira el jugo que ha soltado el pepino y deposita la ralladura en una muselina o gasa bien limpia.
- Envuelve y estruja bien el paño para que el pepino pierda todo el jugo.
- Coloca la carne de pepino ya seca en un bol y mézclala con el yogur, el majado de ajo y hierbas, la pimienta y el aceite.
- Remueve a mano o bate con la minipimer hasta obtener una mezcla homogénea.
- Sirve con un chorrito de aceite por encima.