Hacía mucho tiempo que no preparaba esta mermelada porque no siempre resulta fácil encontrar naranjas amargas. Ya me da pudor ir robándolas de los árboles tan bonitos que adornan tantos pueblos andaluces. Asi que vi el cielo abierto cuando mi vecino Juan José me descubrió el precioso naranjo que tiene plantado en el parterre de su bloque. Oculto por una torre de electricidad, que a la vez le protege de las heladas, ha crecido un inmenso naranjo que se llena de fruta en esta época.
Juan José lo plantó sin mucho convencimiento pero el árbol ha ido creciendo y dando unos frutos preciosos…¡pero agrios! Le comenté entonces mi deseo de preparar esta mermelada y hace unos días apareció un saco de naranjas en mi puerta. El aroma que dejan por la casa es como para no separarse de ellas. Y no sé si debido a su naturaleza urbana, el caso es que son más dulces y suaves de las que he probado nunca, dando una mermelada ligera, de textura gelatinosa y transparente, aromática y de profundo sabor.De quitarle la amargura ya me encargo yo, poniéndole azúcar en su justa medida.
He seguido casi al pie de la letra la receta de Lourdes March (Hecho en casa: conservas, mermeladas y licores), que ya es como de la familia en esto de las conservas. Las gotas últimas del limón aportan un punto de acidez que equilibra la dulzura y preserva la mermelada.
No me extraña que los extranjeros enloquezcan con esta confitura.
Ingredientes
- 1 kg de naranjas amargas
- Medio kilo de naranjas dulces
- 250g de limones
- 2kg y 1/4 de azúcar
- 1 litro y 1/2 de agua
- Unas gotas de jugo de limón
Preparación
- Lavar y secar las naranjas y limones
- Ponerlos a cocer en el litro y medio de agua, en una cazuela bien grande.
- A la media hora, sacarlos, escurrirlos y dejarlos enfriar, reservando el agua de cocción.
- Partir por la mitad y vaciar las naranjas amargas y los limones.
- Recoger la pulpa y las pepitas y envolverlas en una gasa amplia o en una bolsita de gasa.
- Trocear finamente las naranjas normales (pulpas y cortezas). Trocear del mismo modo las cortezas de los limones y las naranjas amargas.
- Poner toda esta picada en el agua reservada, añadiendo la gasa con las pepitas y la pulpa de los cítricos agrios.
- Calentar el azúcar en el horno (150ºC) durante 5 minutos.
- Agregarlo a la cazuela de confituras, mezclándolo con la fruta troceada.
- Cuando empiece a hervir, bajar la intensidad del fuego y cocer lentamente, removiendo de vez en cuando, durante aproximadamente una hora o una hora y cuarto. Puedes hacer la prueba del plato para ver si está en su punto (ver receta de Mermelada de moras).
- Llena los tarros esterilizados (sale mucha cantidad) y añade unas gotas de jugo de limón antes de cerrarlos bien. Inviértelos durante un minuto. Gíralos de nuevo y déjalos enfriar alejados de las corrientes de aire frío.
- Etiqueta y conserva en lugar fresco y seco durante un año o dos, si es que no han desaparecido antes.