Uno de los postres preferidos de mi sobrino más grande, para quien esta simple combinación es una receta digna de una entrada propia. Cualquiera le dice que no es mi plato favorito. Entre otras cosas porque hace muchos, pero que muchos años, ingerí una sobredosis de leche espesa de la que todavía recuerdo las secuelas.
Así como en las familias normales los niños toman un vaso de leche después de cenar, en mi casa tomábamos leche espesa. Todavía no sé por qué no bebíamos leche fresca embotellada, como era lo propio en la era en que no existían los tetrabricks. El caso es que cuando nos preparábamos la cena, incluíamos esta pócima como segundo postre. Diluyendo leche en polvo con agua y azúcar obteníamos una potente crema al gusto individual: más fluida, más consistente, con más azúcar, con cacao en polvo, con café instantáneo…No recuerdo a un solo amigo que pernoctara en casa que se marchara sin probarla y sin celebrar semejante invento.
Ahora que hemos crecido un poco no somos tan valientes como para tomarla a solas, ni tenemos la misma capacidad para fundir las calorías que aporta. Por eso la combinamos con los fresones tan increíbles que surgen hasta en las macetas y arriates esta temporada, contrastando la acidez y profundidad de la fresa con la dulzura y la untuosidad de la leche espesa. Te invito a probarla, pero tendrás que dejar atrás tus prejuicios si quieres volver a la infancia por un instante.
Ingredientes
Para una ración individual:
- 3 cucharadas soperas de leche en polvo (puede ser desnatada, porque no desmerece nada y la operación bikini puede seguir su curso sin interferencias)
- 1 cucharada sopera de azúcar (o su equivalente en tu edulcorante favorito, que tampoco se nota mucho).
- Un puñado de fresón pequeño, en su punto de madurez (esto si que es esencial para el resultado majestuoso del postre).
- Unas cucharadas de agua
Preparación
- En una taza mezcla la leche con el azúcar y añádele un poco de agua, apenas una cucharada.
- Mezcla bien y añade más agua hasta conseguir la consistencia de la nata líquida.
- Lava bien los fresones y quítales las hojitas verdes. Colócalos con gracia en la copa o cuenco donde vayas a servirlos.
Frutos de mi bosque
- Vierte la leche espesa por encima y sirve.
- También pueden esperar reservados en el frigorífico, donde las fresas irán soltando su lindo jugo que al mezclarse con la leche alcanza un sabor muy atractivo.
Se ve muy bueno, soy muy golosa
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